Arquitectos: SHINE Architecture, TAarquitectura Ubicación: León, México Equipo De Diseño: Salvador Ferreiro, Minche Mena, Michael Smith, Rubén Vázquez, José Zermeño Año Proyecto: Fotografías: Cortesía de SHINE Architecture
Área Proyecto: 1,180 m2 Ingeniería Estructural: Jorge Gallardo Obra Civil: Jorge González Trabajos De Fachada: Josué Rincón
Este proyecto de remodelación intenta revitalizar un espacio inutilizado, en un área de taller de 1180m2 para estudiantes de arte y diseño del Tec de Monterrey, Campus León, México.
La intervención en el viejo edificio está dirigida a ser una propuesta innovativa en usos, estética (en acorde a los edificios existentes dentro del campus) y una prueba viva de estrategias bioclimáticas.
En términos de uso, la propuesta fue hacer un estudio de 24/7, sin clases, como un laboratorio de creatividad. Por lo tanto la idea fue proveer la mayor cantidad de espacios abiertos en plantas y alturas, lo que permitió el consumo mínimo de material nuevo.
La primer planta consta de espacios públicos, como; estudios, áreas de exhibición y servicios. El Segundo nivel, contiene áreas semi-públicas para modelado, Fotografía y específicas áreas de trabajo. Morfológicamente tiene un aspecto Industrial, que abarca tres partes principales; una gran caja acristalada junto con un volumen sólido y un apéndice de circulación externa.
Como una primera aproximación se demolieron todos los elementos no estructurales, tales como: muros exteriores, escaleras, divisiones, ventanas y otros, con el fin de alcanzar un gran espacio abierto integrado para múltiples actividades relacionadas al diseño.
El análisis estructural definió la limpieza del edificio, dejando los elementos estructurales principales, un espacio apendicular fue propuesto a lo largo de la fachada noroeste, desplegando circulaciones externas y generar una anomalía estética en la entrada principal del elemento.
Una consideración importante para el diseño bioclimático, era que las condiciones climáticas de León son secas y calientes, donde durante el verano se llegan a temperaturas de 38°C [100°F], con una muy baja humedad relativa [cercana al 10%] e incide una muy alta radiación solar. De esta manera los objetivos de confort térmicos, visuales y acústicos, se establecieron para definir los sistemas de diseño pasivo para todos los espacios y reducir el consumo energético. Pruebas de software se ejecutaron para probar hipótesis.
Todas las fachadas principales comprenden escamas de cristal, que permiten la penetración de luz natural difusa y ventilación natural entre las aperturas. Las propiedades de estas escamas varían según la orientación de ser transparentes a translúcidas. Además, el proyecto comprende un atrio que consigue los mismos efectos de luces cenitales, con respiraderos superiores que dan un efecto adiabático. Hablando cualitativamente, un desempeño uniforme de la luz natural se logra sin la necesidad de condiciones de cielo especificas, permitiendo un confort visual. Como complemento de las lámparas, fueron diseñadas con dos finalidades, óptimo rendimiento visual y absorción de ruido.
Por otra parte, la calidad de la luz de día no es solo un requisito, si no un tipo de percepción espacial. Por lo tanto las intenciones arquitectónicas del edificio se desarrollaron en dibujos y maquetas físicas para la revisión del efecto buscado con principios. Materiales, proporciones y recursos de luz, fueron evaluados y traducidos en el concepto general.
Los objetivos de confort térmico fueron evaluados en base a la máxima ocupación y el promedio de condiciones climáticas, incluyendo cálculos del cambio de aire al interior por hora. Este último dio pauta a las aperturas en la fachada permiten la entrada de aire fresco necesario y la disipación del aire caliente que se genera. También el espacio apendicular externo ofrece una transición espacial entre el interior y el exterior.
Estudios de pre-diseño con simulaciones y modelos paramétricos ayudaron a entender el funcionamiento del edificio, los cuales se validaron en obra. El resultado del edificio da soluciones ambientales para alcanzar desempeños óptimos de confort y necesidades del propio edificio. Conceptualmente la síntesis morfológica del proyecto comienza a tomar forma en un modelo de conocimiento con métodos de diseño estéticos, físicos y analíticos.